Ubicada sobre el Lago Titicaca, posee 15 Km² de área y 3,663 habitantes; su población es aimara y está dedicada básicamente a la agricultura y se concentra en el pueblo de Amantaní. Las costumbres ancestrales de sus pobladores, la forma de vida y paisajes, harán de su visita momentos apasionantes. Al igual que en Taquile, es costumbre de sus habitantes ofrecer su vivienda y alimentos a los visitantes que deseen pernoctar, para compartir las actividades de las comunidades nativas.
La flora del lugar se caracteriza por la presencia de plantas arbustivas como la muña, kantuta, salvia, tola y patamuña. En la isla habitan ocho comunidades que se dedican especialmente al cultivo de papa, maíz, oca, quinua, habas y arvejas y su artesanía más representativa está constituida por la textilería y el tallado en piedra.
Entre sus atractivos naturales destacan dos miradores en la parte más alta, desde donde se puede apreciar el lago en toda su extensión, así como algunos restos prehispánicos, centros ceremoniales y un cementerio de momias.
Los trabajos artesanales realizados en textiles, cerámica y peletería son magníficos.
Los pobladores de la isla tienen la tradicional celebración de la fiesta de Santiago en el mes de julio.
También podrá encontrar en la isla Amantaní importantes restos arqueológicos pertenecientes a la cultura Tiahuanaco e Inca. Los paisajes son de belleza indescriptible, especialmente los amaneceres y atardeceres, cuando las azules aguas se tornan en rojo encarnado.
La isla de Amantaní se ubica a 40 Km. (24.85 millas) aproximadamente desde el puerto de la ciudad de Puno, desde donde deberá tomar una embarcación para visitar la isla. De igual forma, las lanchas que transportan a Amantaní hacen una parada intermedia para visitar las islas flotantes de los Uros.
